La experiencia de usuario podría definirse como el proceso de diseño centrado en el ser humano. Pero no es solo eso, es mucho más, y en este post vamos a contarte todo al respecto.
La UX es la manera en que el usuario percibe un sistema o un servicio. Se trata de la sensación de este cuando utiliza una web, una app o una herramienta. Cómo se siente al interactuar con lo que está frente a él.
Todo lo que se experimenta a la hora de comprar un producto online, navegar por una página web o moverse por las opciones de una interfaz digital, son ejemplos de experiencia de usuario.
Pero UX no es solo usabilidad, una pantalla puede ser usable, pero no generar buena experiencia de usuario. Se basa en una profunda comprensión de los usuarios.
La experiencia de usuario es un grupo de disciplinas
No se trata de una materia única centrada exclusivamente en el aspecto visual de una web o una app, sino que engloba muchos otros oficios que son necesarios para lograr un proyecto o producto exitoso: interacción, arquitectura de la información, animación en diseño, estilo de comunicación, etc. Este conjunto de puntos de vista tiene como resultado un producto mucho más sólido y con el que el usuario interactuará de manera más fluida.
Un producto de UX debe tener look (ser atractivo visualmente), feel (el usuario debe sentirse cómodo a la hora de interactuar) y usabilidad (debe existir un propósito).
La experiencia de usuario implica proceso
En WATA Factory creemos que un buen desarrollo de UX involucra una serie de fases para garantizar la calidad de un producto. Es necesario conocer las necesidades del cliente o de la marca, debe hacerse un user research para investigar las audiencias a las que va dirigido el producto –y conocer sus necesidades, comportamientos, conductas…–, debe hacerse una planificación y diseño de wireframes y debe planificarse el aspecto visual.
Pero UX no termina aquí
La última fase es, quizás, la más importante dentro del proceso de diseño: medir y sentir el producto en la calle, en las manos de los usuarios.
El diseño de productos basado en datos permite descubrir lo que es probable que funcione y lo que no, teniendo en cuenta los objetivos del proyecto y de la empresa.
Un producto de UX es un producto vivo, es indispensable medir la efectividad y recibir feedback (a través de plataformas como analytics y tests de usabilidad). Esta fase es constante, ya que a lo largo de la vida del producto deben introducirse mejoras periódicas basadas en la información obtenida de dicho feedback.
Definitivamente, no existe la Experiencia de Usuario sin investigación. Hacer un producto, dejarlo nacer y que ande solo no es una opción. El diseño de experiencia de usuario es un proceso continuo que no termina nunca y por eso debemos actuar conforme a ello.