All Hands septiembre 2025: aprendiendo Kubernetes en WATA Factory

Laura Morillo-Velarde en el escenario de WATA Factory presentando sobre DevOps y Kubernetes, con diapositivas proyectadas y pantallas de compañeros en primer plano.

La semana pasada celebramos en WATA Factory nuestro All Hands de septiembre. Para nosotros, estos encuentros no son solo una cita en el calendario: son dos días en los que dejamos de lado la rutina para aprender juntos, como equipo. Y esta vez lo hicimos con un tema que nos retaba y nos motivaba a partes iguales: DevOps y Kubernetes.

Empleados de WATA Factory escuchando atentos la charla de DevOps y Kubernetes de Laura Morillo-Velarde.
Dos empleados de WATA Factory observan con interés la pantalla durante el taller de DevOps y Kubernetes.

El jueves arrancamos con un desayuno tipo buffet en la oficina. La mesa estaba llena de croissants, napolitanas, bollería variada y café bien cargado. Nos sentamos juntos, charlamos, nos reímos y poco a poco fuimos entrando en ambiente.

Buffet de desayuno en WATA Factory con bollería variada antes de la formación en Kubernetes.
Empleado de WATA Factory sirviéndose bollería en el desayuno previo al taller de Kubernetes.

Con todos ya listos, Eliezer L. nos dio la bienvenida y repasó la agenda. Nos recordó cómo se repartirían las charlas, los talleres y los descansos, y así arrancamos la jornada con la sensación de que nos esperaba un día importante.

Eliezer L., director de WATA Factory, sonriendo mientras presenta la agenda del All Hands sobre Kubernetes y DevOps.

DevOps y Kubernetes de la mano de Laura

El protagonismo pasó entonces a Laura Morillo-Velarde, Platform Engineer en Seedtag, Google Developer Expert en Cloud y Google Cloud Certified Professional Cloud Architect. Con más de doce años de experiencia en entornos cloud, Laura llegó al All Hands de WATA Factory con la claridad y la cercanía que la caracterizan. Desde el minuto uno supimos que íbamos a aprender mucho de ella.

Laura Morillo-Velarde sonríe con micrófono en mano durante su presentación sobre DevOps y Kubernetes en WATA Factory.

A lo largo de ocho horas, distribuidas en bloques, Laura convirtió cada momento en una oportunidad para aprender y quedarnos con lo mejor de su experiencia. Empezamos con los principios básicos de DevOps, entendiendo cómo estas prácticas fomentan la colaboración entre equipos, reducen errores y nos permiten trabajar con más seguridad.

Empleados de WATA Factory siguiendo con atención la charla de DevOps y Kubernetes de Laura Morillo-Velarde.
Laura Morillo-Velarde en el escenario de WATA Factory presentando sobre Kubernetes y DevOps con diapositivas proyectadas.

Dentro de esos principios, fuimos recorriendo una a una las llamadas ‘7 Cs’: integración continua, entrega continua, despliegue continuo, pruebas continuas, monitorización continua, retroalimentación continua y mejora continua. No eran solo palabras en una diapositiva: con ejemplos sencillos entendimos cómo cada una conecta con la siguiente, formando un ciclo que nunca se detiene y que nos empuja a mejorar constantemente en nuestro trabajo.

Vista desde atrás de Laura Morillo-Velarde frente a empleados de WATA Factory trabajando con portátiles en el taller de Kubernetes.
Trabajadora de WATA Factory sonriente y concentrada en su ordenador durante el taller de Kubernetes.

Laura nos habló con un lenguaje cercano, sin caer en tecnicismos, y lo acompañó de ejemplos que nos resultaban familiares. Nos dimos cuenta de que incluso quienes no trabajamos directamente con estas herramientas podíamos seguir el hilo y entender su valor.

Trabajadora de WATA Factory atenta en su ordenador siguiendo el taller de DevOps y Kubernetes.
Una trabajadora y un trabajador de WATA Factory concentrados en sus portátiles durante la formación en Kubernetes.

La mañana pasó volando. Hicimos una pausa para el café, que aprovechamos para comentar lo aprendido.

Dos mujeres y un hombre de WATA Factory sonríen mientras toman café en el descanso del All Hands.

Ya con una buena dosis de cafeína en el cuerpo, dimos el salto a Kubernetes. Descubrimos cómo nos ayuda a desplegar aplicaciones en la nube, cómo se escalan y cómo se asegura que funcionen de forma estable. Lo vimos como algo más que una herramienta: un modo de trabajar que nos permite ser más eficientes, controlar mejor los recursos y garantizar la estabilidad de todo lo que hacemos.

Empleados de WATA Factory debatiendo juntos durante el taller de DevOps y Kubernetes.
Dos empleados de WATA Factory atentos al escenario durante las explicaciones de Kubernetes.

Lo siguiente fue el almuerzo tipo buffet. Preparamos una mesa llena de tortillas, empanadas, fuet y otros platos que desaparecieron en cuestión de minutos. Entre bocado y bocado, seguimos hablando de lo que habíamos visto en la sesión, esta vez en un tono más distendido.

Buffet del almuerzo en WATA Factory con panes, tortillas, empanadas y queso, con compañeros sirviéndose comida.
Empleado de WATA Factory mostrando orgulloso su plato con la comida seleccionada del almuerzo buffet.
Otro empleado de WATA Factory enseñando con orgullo su plato de comida del buffet del All Hands.

Por la tarde, Laura nos llevó a lo más práctico. Vimos casos reales de despliegues, monitorización y automatización, y entendimos la importancia de organizar configuraciones de forma ordenada y de equilibrar cargas entre aplicaciones.

Fila de mesas con empleados de WATA Factory trabajando en portátiles mientras siguen las indicaciones de Laura Morillo-Velarde sobre Kubernetes.

Terminamos la jornada con una ronda de preguntas. Y aunque llevábamos muchas horas de formación, se notaba que aún teníamos curiosidad y mucha motivación por seguir aprendiendo. Preguntamos, debatimos, compartimos experiencias propias… y nos fuimos a casa con la cabeza llena de ideas y la sensación de haber aprovechado el día al máximo.

Dos compañeros de WATA Factory se despiden con alegría en las oficinas tras el All Hands.
Eliezer L. y Laura Morillo-Velarde se despiden de los empleados de WATA Factory tras el taller de Kubernetes.

Ponemos los conceptos en práctica

El viernes empezó en un mesón cercano para un desayuno andaluz con unas buenas tostadas de jamón, tomate en rodajas, aceite de oliva y café. Fue un arranque tranquilo, perfecto para recargar energías y ponernos de nuevo en sintonía.

Mesa con desayuno andaluz en el All Hands de WATA Factory: tomates, aceite de oliva y tostadas compartidas.

De vuelta en la oficina, llegó el turno de las sesiones hands-on guiadas por Pedro G.. Si el jueves habíamos aprendido los conceptos, el viernes tocaba ponerlos en práctica. En la primera sesión desplegamos aplicaciones, revisamos configuraciones, trabajamos con la monitorización y repasamos procesos de automatización. Pedro iba respondiendo dudas sobre la marcha, guiándonos paso a paso y adaptando la dinámica a lo que íbamos necesitando.

Pedro G. guiando la sesión hands-on de DevOps y Kubernetes con pantalla proyectada para los compañeros.
Empleados de WATA Factory siguiendo con portátiles la práctica guiada por Pedro G. sobre Kubernetes.
Pedro G. explicando el taller hands-on de Kubernetes mientras los empleados observan con atención.

Tras una pausa para el café, volvimos a la sala para la segunda y última sesión práctica. Fue el momento de consolidar lo aprendido: probamos más casos reales, nos equivocamos, corregimos y aprendimos en equipo. Lo mejor fue comprobar cómo lo que el día anterior nos sonaba a teoría, ahora lo estábamos aplicando con nuestras propias manos.

Vista desde el ordenador de un empleado hacia Pedro G., que resuelve dudas sobre DevOps y Kubernetes.
Dos empleados de WATA Factory debaten mientras realizan la práctica de Kubernetes en el taller.

La despedida llegó casi sin darnos cuenta, con la sensación de haber aprovechado dos días al máximo. Nos llevamos mucho conocimiento técnico gracias a Laura, pero también algo igual de valioso: la importancia de aprender juntos como equipo.

Pedro G. y un compañero trabajan juntos en una mesa con portátiles aplicando lo aprendido sobre Kubernetes.

Al final, este All Hands de septiembre 2025 fue la mezcla perfecta de aprendizaje y momentos para pasar buenos momentos entre compañeros. Dos días que no solo nos dieron más confianza con Kubernetes, sino también la oportunidad de disfrutar formándonos codo con codo.

Dos compañeros de WATA Factory conversan animadamente al cierre del All Hands de Kubernetes.
Eliezer L. se despide con un pulgar arriba mostrando satisfacción por lo aprendido en DevOps y Kubernetes.

Y sí, ya contamos los días para el próximo.