Cómo en WATA Factory protegemos los datos de nuestros clientes con compromiso y buen humor

Tarjeta con la frase “Really, George? Did you leave the screen on?” sobre un teclado en la oficina de WATA Factory, usada como recordatorio divertido y efectivo de la cultura de seguridad de la empresa.

En WATA Factory, proteger los datos de nuestros clientes es mucho más que cumplir con la ley o aplicar protocolos técnicos: es un compromiso real que guía cada paso de nuestro trabajo diario. Sabemos que detrás de cada dato hay una confianza que debemos cuidar con esmero y responsabilidad, porque es la base de la relación con quienes confían en nosotros.

La seguridad no depende solo de sofisticadas herramientas tecnológicas, sino también de pequeños hábitos que todos interiorizamos y practicamos cada día. Uno de los más simples, pero a la vez más efectivos, es apagar o bloquear la pantalla del ordenador cada vez que alguien se levanta de su puesto, ya sea para comer, ir al baño o simplemente despejar la mente.

Puede parecer un gesto pequeño, pero es fundamental para evitar accesos no autorizados a información confidencial y mantener la privacidad intacta. Por eso, en WATA Factory no nos limitamos a exigir esta práctica, sino que la convertimos en parte de nuestra cultura corporativa de una forma especial: con humor y complicidad. Y lo mejor es que, desde que lo pusimos en marcha, nadie se olvida ya de hacerlo.

“Really, George?”: un toque de humor para recordar lo importante

Para reforzar este hábito sin perder la cercanía, nació una iniciativa que se ha vuelto una tradición en la oficina: dejar una tarjeta con la frase “Really, George? Did you leave your screen on?” sobre el teclado de quien olvida bloquear la pantalla antes de ausentarse.

La frase hace referencia a un conocido anuncio de Nespresso protagonizado por George Clooney, ambientado en una elegante recepción con invitados de lujo. En un descuido, Clooney derrama una gota de café sobre el vestido de una figura de la realeza. El silencio se apodera de la sala, las miradas se giran hacia él con asombro y cierto reproche… y entonces, uno tras otro, los asistentes lanzan la misma pregunta, cargada de ironía y desaprobación contenida: “Really, George?

El gesto final de Clooney, entre incrédulo y resignado, no necesita palabras. Su expresión lo resume todo: ha metido la pata, y lo sabe.

Aquí, esa tarjeta es mucho más que una simple broma: es un recordatorio amable y divertido que nos ayuda a mantenernos atentos, a la vez que fortalece el compañerismo y la responsabilidad compartida con un toque de humor. Y lo cierto es que el efecto ha sido inmediato: la costumbre se asentó tan rápido que ya no necesitamos sacar la tarjeta.

Seguridad que construimos entre todos

La protección de datos en WATA Factory no es tarea de un solo departamento ni se reduce a sistemas informáticos: es una responsabilidad colectiva que forma parte de nuestra cultura.

Cada gesto, por sencillo que parezca, suma para crear un entorno donde la privacidad es una prioridad y cada uno se siente responsable y comprometido. La iniciativa “Really, George?” es un ejemplo claro de cómo convertir la seriedad en algo natural y cotidiano, sin perder el rigor ni el respeto.

Así, día a día, construimos una cultura de seguridad basada en la confianza, el apoyo mutuo y la colaboración.

Cumplimos con todas las normativas de protección de datos y aplicamos los protocolos más exigentes, pero además fomentamos hábitos simples y eficaces que marcan la diferencia en la práctica. Apagar o bloquear la pantalla al ausentarse puede parecer algo básico, pero es una pieza clave en la protección de la información sensible de quienes trabajan con nosotros.

Profesionalidad y buen humor jerezano

En WATA Factory combinamos el rigor con un toque de humor, propio de Jerez de la Frontera, para construir un ambiente laboral donde la seguridad no se impone, sino que se vive con naturalidad y compañerismo.

Lo que empezó como una simple broma interna se ha convertido en una herramienta de concienciación real. La dinámica del “Really, George?” refleja cómo en WATA Factory fomentamos la seguridad como una responsabilidad colectiva, en la que todos nos ayudamos a mantener altos estándares sin perder el compañerismo.

Este tipo de dinámicas genera un efecto de gamificación ligero, donde el hábito se asienta de manera natural. Hoy, con el hábito ya consolidado, la tarjeta ya no aparece… y eso es la mejor prueba de que funcionó.

La seguridad se construye con rigor, cuidado… y también con un buen compañero que te recuerde con gracia cuándo toca estar atento.

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