En WATA Factory creemos en el trabajo bien hecho, pero también creemos en algo que demasiadas empresas olvidan: nadie puede dar lo mejor de sí sin parar de vez en cuando. Por eso ofrecemos 30 días laborables de vacaciones al año, además de todos los festivos oficiales de Alemania. No es un capricho ni un simple número en un contrato; es parte de nuestra filosofía.
La conexión con Alemania nos ha enseñado a mirar el tiempo libre con otros ojos: como un derecho que impulsa la creatividad, la motivación y la salud del equipo. Aquí, las vacaciones no se ven como una ausencia: se celebran como el espacio que necesitamos para volver mejores.
El valor de parar en los momentos que importan
En WATA Factory tenemos claro que hay dos momentos sagrados: el verano y la Navidad. Durante el verano, todos nos tomamos al menos dos semanas seguidas de descanso. No creemos en medias tintas: desconectar es apagar el ordenador, cerrar las notificaciones y sumergirse en experiencias que nada tienen que ver con el trabajo.
Lo mismo sucede en Navidad. No queremos ver a nadie revisando commits cuando debería estar revisando que el papel de los regalos no se arrugue antes de tiempo. Las fiestas no son solo días rojos en el calendario: son la oportunidad de reconectar con lo que da sentido a todo lo demás. Y por eso en WATA Factory son intocables.
Ese respeto colectivo por los momentos que de verdad importan es lo que nos permite volver con la mente despejada, la motivación en alto y una energía que se contagia en cada proyecto.
Ciencia que confirma lo que sentimos
Lo que hacemos no es solo intuición: está respaldado por la ciencia. Estudios de la Harvard Business Review revelan que los equipos que disfrutan de más vacaciones presentan hasta un 30% más de productividad al regresar. La American Psychological Association subraya que las pausas largas reducen significativamente el riesgo de burnout, mejoran la memoria y potencian la creatividad.
Y no solo lo dicen los estudios: lo vemos cada año en nuestro propio equipo. Quien vuelve de sus vacaciones no solo regresa descansado; regresa con nuevas ideas, con perspectivas diferentes, con una motivación que ningún curso intensivo podría generar. Porque cuando le das espacio a la mente para divagar, surgen conexiones que en la rutina diaria eran imposibles.
Vivir bien para trabajar mejor
En WATA Factory defendemos algo sencillo pero poderoso: queremos que tu vida fuera del trabajo sea tan rica como lo que construyes dentro de él. Queremos que viajes, que te pierdas en un libro, que te bañes en el mar, que cocines algo nuevo, que disfrutes sin mirar el reloj. Porque todo eso vuelve contigo después, convertido en energía, en inspiración y en fuerza para afrontar cualquier reto.
No buscamos héroes que presuman de no descansar. Buscamos personas que sepan parar, cuidarse y regresar con una sonrisa y la cabeza llena de ideas nuevas. Porque la innovación no nace del agotamiento: nace de un equipo que está vivo, que está feliz, que sabe cuándo trabajar y cuándo desconectar.
En WATA Factory lo tenemos claro: parar no es perder el tiempo, es ganarlo. Y por eso nuestras vacaciones no son un beneficio más: son la base de una cultura que apuesta por las personas, por la creatividad y por un futuro donde el trabajo y la vida no se enfrentan, sino que se potencian.



